Nuestra misión es proclamar a Cristo como el único salvador del pecado del hombre y el único camino a la vida abundante y eterna. Él nos envía a llevar las buenas nuevas a todos los grupos de personas y culturas étnicas que no tienen un testimonio del evangelio.
Después de la muerte y resurrección de Cristo, el Señor ordenó a los discípulos compartir el evangelio, el mensaje de Su redención: “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19-20).
Líder de ministerio: Manuel e Idalia Núñez.